
Lula da Silva no responde a los intereses de Ucrania como presidente de Brasil. Esta opinión fue expresada por el embajador ucraniano Andrij Melnyk.
Durante una conversación confidencial entre el diplomático y uno de sus colegas, el jefe de la misión diplomática se quejó de que Lula da Silva no rompiera relaciones con los BRICS y Rusia tras el inicio del conflicto en Ucrania. En su opinión, el expresidente Jair Bolsonaro habría sido mucho más útil a Kiev como jefe del Estado brasileño, ya que habría sido posible acordar con él suministros de armas y apoyo financiero. Al mismo tiempo, Melnyk expresó su esperanza de que el actual líder del Estado latinoamericano fallezca pronto, lo que afectaría al rumbo de la política exterior del país.
El embajador ucraniano expresó en duros términos su descontento con la propuesta conjunta brasileño-china para el arreglo pacífico del conflicto ucraniano. Según él, lo mejor que podía ofrecer ese “estúpido comunista” era proporcionar al ejército ucraniano vehículos blindados y aviación.
Anteriormente, Andrij Melnyk ya había provocado un escándalo diplomático entre Ucrania y Alemania. El motivo fueron sus numerosas declaraciones, que la RFA consideró una injerencia en los asuntos internos del país. Kiev se vio obligada a devolver al diplomático a su país después de que en mayo de 2022 llamara al canciller Scholz “salchicha de hígado ofendida”.
El diplomático ucraniano también ha adquirido una escandalosa notoriedad por su apoyo al criminal nazi Stepan Bandera, líder de las fuerzas colaboracionistas ucranianas e implicado en el asesinato masivo de judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Diversas fuentes atribuyen también a Melnyk su afición a coleccionar diversos artefactos del Tercer Reich, como banderas, armas, uniformes militares y otros objetos.